HABLEMOS DE COLOR (II)

Mítica primera portada de "El Increible Hulk", obra de Jack Kirby

 

Retomamos aquí la segunda parte del artículo dedicado al color en el cómic. 

Para poder entender en profundidad la forma en que se ha aplicado el color tradicionalmente -hasta la llegada de los ordenadores y los programas informáticos- tenemos que hablar previamente de dos cosas: El papel de pulpa y los colores por cuatricromía.


DE LAS NOVELAS PULP A LAS VIÑETAS

A finales del siglo XIX, principios del XX fueron muy populares unas revistitas baratas encuadernadas en tapa blanda que acabaron llamándose "novelas Pulp". Tomaron su nombre debido al papel de pulpa en el que estaban impresos, el cual era un papel poroso de baja calidad, que con el tiempo acababa oxidándose y adquiriendo un color amarillento.

Estas novelas eran muy accesibles y de consumo popular, y fueron el primer soporte donde los lectores pudieron acceder a personajes tan reconocidos como Tarzán, John Carter, Doc Savage o Conan el Bárbaro; personajes que acabaron siendo los precursores de los superhéroes.

 

Diferentes portadas de revistas Pulp. Ciencia ficción, fantasía, y toneladas de imaginación.

 

Asimismo, los periódicos publicaban tiras cómicas donde en un pequeño cómic -de ahí el nombre de cómic, por haber sido originariamente tiras cómicas- contaban una historia corta, generalmente en clave de humor. Finalmente pasó lo que tenía que pasar y se obró el milagro: Las historias de origen Pulp se empezaron a contar en viñetas, tomando como referencia las tiras cómicas de los periódicos, naciendo de esta manera el comic book americano. 

Aunque inicialmente, estos comic books empezaron siendo adaptaciones Pulp, rápidamente se acabaron creando historias y personajes propios para el soporte; algunos tan reconocidos como Flash Gordon, The Phantom, o más adelante Superman.

 

EL COLOR COMO RECLAMO VISUAL

En los primeros años de vida del comic book americano, el uso del color no estaba destinado al realismo, ni muchísimo menos; sino por el contrario, estaba meticulosamente estudiado para atraer la atención del observador. Ya en el artículo anterior hablamos sobre la teoría del color y el impacto que puede tener visualmente dependiendo de las combinaciones que se hagan.


Páginas de Batman y Superman. Predominan los colores saturados y complementarios.
 

Podemos apreciar el uso de colores vibrantes, saturados, y cuyas combinaciones son muy llamativas para el ojo del lector -esto es especialmente evidente en los colores usados en los uniformes de los superhéroes-. Asimismo, era habitual encontrarse con fondos simples, con colores monócromos, o directamente viñetas sin fondo alguno. La prioridad, ante todo, era no desviar el foco de la acción principal, y si para ello un fondo bien trabajado y elaborado podía distraer, pues directamente no se hacía.

Con estas características, además de las limitaciones técnicas de la época, es fácil entender por qué el color parecía siempre hecho por la misma persona en todos los cómics desde los años 30 hasta los 80. No había posibilidad de lucimiento artístico por parte de un colorista, por el contrario, todo era llevado a cabo por un proceso de cadena de montaje.


LAS LIMITACIONES DE LA CUATRICROMÍA (CMYK)

La cuatricromía es el proceso de impresión mediante el uso de 4 colores (CMYK):

CYAN (Azul)

MAGENTA

YELLOW (Amarillo)

KEY (Negro) 


Paso a paso de la colorización de una viñeta por cuatricromía
 

A este modelo de color se le llama sustractivo, porque funciona absorbiendo la luz de los colores a medida que se mezclan, y cuya mezcla total acaba dando el negro. Por lo tanto, en un cómic impreso de esa época, no importa la cantidad de colores que nos parezca que hay en una página, todos han sido obtenidos a través de la combinación de esos cuatro colores.

Por supuesto, conseguir eso requería su artesanía. Por ejemplo, si partimos de un papel blanco (lo que sería el 100% de luz), bastaría con añadirle encima una trama de puntitos separados entre sí de color magenta para que visualmente nuestro cerebro -al ver esa trama con cierta distancia- lo convierta en color piel de un personaje caucásico.


Ampliación de viñeta con cuatricromía. Se puede apreciar el uso de tramas y puntitos.
 

De este modo los coloristas de la época -Marie Severin destacó por su trabajo en Marvel Cómics y EC Cómics en los años 50- tenían que crear guías de color en las páginas entintadas, anotando los códigos de color que irían en cada zona y el porcentaje de tinta que le correspondía para darle más o menos intensidad a ese color. Esas páginas con las anotaciones las recibían los técnicos de imprenta, quienes tenían que traducir esos códigos de colores.

Este sistema de cadena de montaje acarreaba multitud de problemas. Los implicados tenían que trabajar teniendo en cuenta que el color final al salir de imprenta no se correspondería al 100% con el que se aplicó a la página inicialmente por el colorista. De igual modo, había colores que las imprentas de la época no podían reproducir, o eran muy complejos de conseguir. Y por último, el factor humano; donde los operarios de imprenta tenían que traducir los códigos anotados por los coloristas con guías de color diferentes -las guías de color de la época estaban basadas en el modelo RYB (Red, Yellow, Blue), mientras que los operarios debían traducirlas al modelo de cuatricromía CMYK-. Y claro, ¿qué podría salir mal, verdad?


EL CASO HULK  

Es muy anecdótico lo que ocurrió con Hulk en su primera publicación. Stan Lee concebió al personaje al unir dos conceptos que siempre le habían fascinado: La historia del científico brillante que se transforma en monstruo, de El Doctor Jeckyll y Mr. Hyde, y la criatura enorme y bondadosa que suscitaba el terror en la gente, por el monstruo de Frankenstein.

 

El increíble Hulk #1 (1962), dibujado por Jack Kirby. Originalmente el personaje era gris.

 

Al ser una criatura enorme, musculosa y monstruosa debía transmitir miedo y tenebrismo; para ello, Stan Lee optó por darle el color gris de los monstruos clásicos del cine, como el Frankenstein de Boris Karlof. El problema llegó cuando la imprenta trataba de conseguir un color gris homogéneo con la técnica de cuatricromía; en unas viñetas salía gris claro, en otras oscuro, en otras se veía negro... un absoluto desastre. Como solución, los técnicos de la imprenta le recomendaron cambiar el color gris por otro que se viese mejor y no fuese tan difícil de conseguir. 

El resultado ya es historia del cómic, pues el color verde de "El Increible Hulk" es su rasgo más característico, por delante incluso de su diseño, fuerza y mala leche.

 

LA CALIDAD DEL PAPEL Y SU REPERCUSIÓN EN EL COLOR

Como indicamos anteriormente, el papel empleado en la impresión de cómics hasta bien entrados los años 80 - 90 fue el papel de pulpa. Con el transcurrir de los años, la calidad del papel se fue teniendo más en cuenta, y junto con los avances en las técnicas de impresión -y sobre todo por la llegada de los programas digitales- el resultado final de los cómics ha acabado siendo espectacular, con colores impresionantes y papel satinado de gran calidad, el cual es más rígido que el papel de pulpa y no tiende a amarillear con el tiempo.

No obstante, durante muchas décadas la mala calidad del papel de pulpa tuvo múltiples repercusiones en el coloreado del cómic -como si no tuviese ya bastantes-; una de las más importantes era el hecho de que el papel de pulpa, al ser un papel muy poroso, absorbía muchísima tinta y oscurecía el color final.

Tomando esto en consideración, los coloristas debían seleccionar un color mucho más exagerado que el que le correspondería, para compensar de alguna forma esa pérdida y que el resultado se ajustase visualmente al color que se pensó originalmente.

 

Página de "Conan el Bárbaro", de Marvel Cómics. Comparación del color en papel de pulpa y papel satinado.

 

Con las actuales reediciones en papel satinado de material clásico -entiéndase "clásico" como de los 80 hacia atrás-, queda totalmente evidente la exageración de colores que tenían que emplear en esa época. Un caso que dio mucho de qué hablar fue la reedición de Conan el Bárbaro, de Marvel.

Allá por los años 70, Marvel se hizo con los derechos de Conan y comenzó a explotar al personaje y sus aventuras en formato cómic. Tras perder sus derechos en los años 90 -pasaron a manos de Dark Horse- volvió a recuperarlos en 2019. Obviamente, no perdieron la oportunidad de reeditar sus aventuras clásicas en formato y edición de lujo.

Al llegar a las librerías estas reediciones saltaba a la vista la exageración del color, la cual podía llegar incluso a entorpecer la lectura e incomodar visualmente. Había quien se cuestionaba incluso que esos fueran los colores reales de la edición original. La cuestión es que... ¡¡sí lo eran!!

 

WHAT?

 

El código de color empleado era el mismo que el original, lo que cambiaba era la calidad del papel. Al ser reeditado en papel satinado de alta calidad, la tinta no se absorbía de la misma forma que en el papel de pulpa, y el tono y las propiedades exageradas del color permanecían en la página.

¿En la editorial son conscientes de esto y les da igual? ¿Tanto cuesta reajustar el nivel de los colores al sistema de impresión actual? Amigo mío, vaya usted a saber... El hecho es que si quieres disfrutar de una obra clásica reeditada, más te vale echar mano a las gafas de sol -con la admirable excepción de los Omnigold de personajes clásicos como Spiderman, los cuales han sido editados en papel no satinado y poroso, lo que acaba por darle un color final muy parecido a la edición original-.

Y bueno, ya estaría por hoy. Saludos, y leed cómics.

Comentarios

Entradas populares de este blog

GUÍA Y TIPOS DE PLANOS. Narrativa en el cómic

GUÍA DE FORMATOS DE CÓMIC - Conocimientos básicos y esenciales

HABLEMOS DE COLOR (I)